El cáncer de colón o colorrectal es un cáncer que se desarrolla en el colon, recto y apéndice. Este cáncer es el tercer cáncer más letal de los Estados Unidos, y en Costa Rica tuvo el sexto lugar por tumores malignos para los hombres, y el cuarto, en el caso de las mujeres, entre 1998 y el 2000.
La dieta ha sido identificada como el factor de riesgo más importante para este tipo de cáncer, por lo este artículo tiene la intención de guiarlo a usted a mejorar sus hábitos alimenticios y prevenir este cáncer.
Hay varios factores que aumentan el riesgo de que una persona sufra de cáncer de colón. Estos son:
- Edad: el riesgo aumenta con la edad (entre los 60 y 70 años).
- Sexo: es más común en mujeres que en hombres.
- Polipos: el 70% de los cánceres se desarrollan a partir de polipos adenomatosos.
- Historia de cáncer: Si la persona fue diagnosticada con cáncer anteriormente, tiene doble riesgo de tener cáncer de colón.
- Herencia: 5% de los cánceres se dan por herencia.
- Colitis ulcerosa o Enfermedad de Crohn: 30% de probabilidad a partir de los 25 años.
- Tabaquismo: Las mujeres tienen un 40% de mortalidad por cáncer de colón si fuman y los hombres de un 30%.
- Actividad física: las personas físicamente activas tienen menor riesgo. Las personas con sobrepeso y obesidad tienen mayor riesgo.
- Consumo de alcohol: personas que consumen mucho alcohol tienen mayor riesgo.
- Bajo contenido corporal de selenio.
- Fuentes de selenio: pescado, mariscos, carnes rojas, granos, huevo, pollo, ajo, germen trigo, panes y cereales enriquecidos.
Nutrición y cáncer de colón
Varios estudios han encontrado que la disminución de apoptosis (o muerte celular) es un factor importante en el desarrollo de cáncer de colón. La proteína Bak y Bax, localizadas en el colón, son promotores de la apoptosis.
Varios estudios epidemiológicos y experimentales han demostrado que la ingesta de una dieta rica en fibra disminuye la incidencia y mortalidad de cáncer de colón. Estudios in vitro han demostrado que el ácido butírico o butirato, un ácido graso de cadena corta derivado de la fermentación de la fibra dietética en el colon, estimula la apoptosis y por ende elimina las células cancerígenas y evita las mutaciones que conllevan a la aparición de cáncer colorrectal.
La dieta tiene un factor predominante en la prevención de cáncer colorrectal. Varios estudios han demostrado que un consumo excesivo de carne roja (en especial las marinadas, preparadas y enlatadas) y grasas saturadas aumenta el riesgo de cáncer colorrectal. Asimismo un consumo de frutas y vegetales protege contra el cáncer, ya que son alimentos con alto poder antioxidante.
En los últimos años se ha debatido si la fibra juega o no un papel fundamental en la prevención de este cáncer. Si hemos escuchado o sentido que el aumentar la fibra en nuestra dieta diaria nos ayuda a mejorar la digestión, previene el estreñimiento, disminuye síntomas de colitis y gastritis, entre otros. La fibra tiene muchos beneficios para la salud, ya que además ayuda a controlar la glicemia, disminuye el colesterol malo y brinda saciedad, por lo que ayuda a controlar o a disminuir el peso corporal.
La fibra dietética protege contra el cáncer de colón porque aumenta el volumen fecal, reduce el pH luminal y tránsito fecal, y por ende diluye las toxinas y compuestos cancerígenos, previniendo que tengan contacto con el epitelio intestinal. Entre mayor sean los niveles de butirato en el colón, mayor muerte celular y menor cantidad de compuestos cancerígenos. El butirato también puede inducir apoptosis modulando la expresión genética de varias células.
¿Cómo aumentar la fibra en la dieta?
Se recomienda consumir 25 gramos de fibra al día. Esto serían:
- ¾ taza de cereal “bran flakes” (5 gramos de fibra)
- 1 pera (5 gramos de fibra)
- ½ taza de frijoles negros (7.5 gramos de fibra)
- 1 taza de brócoli o vainicas (5 gramos de fibra)
- 2 tajadas de pan integral (1.9 gramos de fibra cada una)
Recomendaciones
- Consuma 5 porciones de frutas y/o vegetales al día (con cáscara preferiblemente).
- Prefiera el consumo de frutas y vegetales en vez de jugos.
- Consuma de 1-2 porciones de leguminosas (fríjoles, garbanzos, lentejas) al día; puede reemplazarlas por carnes.
- Consuma arroz y cereales integrales en vez de blancos (pan integral, pasta integral, cereales de desayuno altos en fibra, avena, tortillas de maíz, barra de granola, etc.)
- Consuma 1 porción de almendras o nueces (6 unidades), palomitas reducidas en grasa o 1 fruta durante las meriendas.
- Adicione una cucharada de linaza, salvado de trigo o avena, afrecho a las frutas y yogurt en la mañana.
- Los lácteos y las carnes no son fuente de FIBRA. Las únicas fuentes de fibra son: frutas, vegetales y cereales enteros.
- Al aumentar el consumo de FIBRA, aumente el consumo de AGUA, para que la fibra puede ejercer su función en el intestino.
- Disminuya el consumo de carnes rojas (bistec de res, carne molida, carne mechada) – máximo 3 veces por semana. Prefiera carnes blancas y pescados.
- Realice por lo menos 30 minutos de actividad física todos los días. Debe hacer mínimo 150 minutos a la semana.
- Tenga un estilo de vida saludable, evitando vicios.
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