Cuando una persona es impulsiva, tiene tendencia a
explotar en cólera a la mínima provocación. En la mayoría de las ocasiones
después de pasar por una reacción colérica , uno se siente avergonzado , a
sabiendas que a magnificado lo sucedido por el incidente y se esfuerza en
conseguir consolar y agradar a las personas dañadas. Excusandose después de su
reaccion de cualquier forma para intentar acallar su conciencia.
Es bueno poner en practica el siguiente consejo que nos
hace ser conscientes de cómo afecta en los demás nuestro enojo.
Pondremos en práctica lo siguiente , tomaremos un folio
de papel y lo estrujaremos con todas nuestras fuerzas. Para luego intentar
dejarlo en su condición original . Enseguida nos daremos cuenta que por muchos
intentos que hagamos el papel no conseguimos dejarlo como estaba antes. Por
mucho empeño que pongamos, el papel quedo lleno de arrugas , lo mires por donde
lo mires……
La aplicación de esto es que podamos ser conscientes
.Que el corazón de las personas es como ese papel. La impresión que uno deja en
el corazón de la persona lastimada cuando nos comportamos de forma colérica va
a ser muy difícil de restaurar.
Las reacciones coléricas , no nos permiten controlarnos
. Nuestro pensamiento se obceca y sin razonar lanzamos contra las personas
palabras llenas de rencor y cuando se pasa el impulso y pensamos en nuestra
actitud , nos arrepentimos . Pero ya es demasiado tarde. En el corazón de la
persona receptora de nuestro enfado quedo grabado nuestro enojo hacia ella.
A lo largo de nuestra vida , si nos comportamos de esta
manera debemos tener en cuenta en cuantos corazones hemos dejado nuestro sello.
Tenemos que ser valientes a la hora de reconocer nuestros errores dejar de lado
el orgullo y ser capaces siempre de pedir perdón Somos seres emocionales Y en
nuestra diario vivir coexistimos con nuestras emociones . Pero esta es también
un área que debemos rendir a Dios , ya que en ÉL podemos encontrar dominio propio
.
Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la ira: Mas
la palabra áspera hace subir el furor.”
Proverbios 12:18 “Hay quienes hablan como dando
estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.”
Proverbios 19:11 “La cordura del hombre detiene su
furor; Y su honra es disimular la ofensa.”
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