AUTOESTIMA

lunes, 25 de enero de 2010

¿QUE ES LA HOMEOPATIA?



La palabra HOMEOPATÍA (homeos = semejante, pathos = enfermedad) fue empleada por primera vez en 1808 por el doctor alemán Samuel Hahnemann (1755-1843).

La homeopatía es un método terapéutico que consiste en administrar al paciente pequeñas dosis de una sustancia que, en dosis elevadas, provocaría en una persona sana la aparición de manifestaciones patológicas; pero en el enfermo que presenta manifestaciones similares, en dosis infinitesimales, es curativa.

La ingestión en dosis grandes de esta planta provoca determinados síntomas: dolor muscular, hematomas, fiebre... Sin embargo, preparada según el método de fabricación homeopático, Arnica alivia estos mismos síntomas.

El principio de similitud, que ya fue formulado por Hipócrates, establece un vínculo entre la acción terapéutica de una sustancia medicamentosa y su poder toxicológico.

Consiste en administrar a un enfermo una sustancia medicinal que, en dosis fuertes, podría provocar, por intoxicación, un conjunto de síntomas análogos a los que presenta en su enfermedad.

El principio de la vacunación también está basado en este método, fruto de la observación de Edward Jenner en 1796, año en el que Samuel Hahnemann publicó sus investigaciones sobre los principios de drogas medicinales y desarrollo su enfoque terapéutico.

Aplicando el principio de similitud, la homeopatía utiliza los efectos terapéuticos de las sustancias, atenuando su toxicidad utilizando muy pequeñas dosis hasta un nivel denominado "infinitesimal".

La experiencia prueba que, a pesar de la altísima dilución de la sustancia activa, el efecto terapéutico persiste. A pesar de que se avanza día a día, el estado de la ciencia no permite aún explicar cómo actúan las diluciones infinitesimales.

La homeopatía confirma que sustancias diluidas por encima de los límites conocidos de la materia* tienen una actividad biológica o física observable, mensurable, reproductible y específica de la sustancia diluida, aunque no quede ningún rastro de ella.

Se han formulado numerosas hipótesis para comprobar este postulado, pero el infinitesimal continúa siendo un reto científico.

La palabra HOMEOPATÍA (homeos = semejante, pathos = enfermedad) fue empleada por primera vez en 1808 por el doctor alemán Samuel Hahnemann (1755-1843).

Ejemplo: ARNICA

La ingestión en dosis grandes de esta planta provoca determinados síntomas: dolor muscular, hematomas, fiebre... Sin embargo, preparada según el método de fabricación homeopático, Arnica alivia estos mismos síntomas.



El principio de similitud, que ya fue formulado por Hipócrates, establece un vínculo entre la acción terapéutica de una sustancia medicamentosa y su poder toxicológico.

Consiste en administrar a un enfermo una sustancia medicinal que, en dosis fuertes, podría provocar, por intoxicación, un conjunto de síntomas análogos a los que presenta en su enfermedad.

El principio de la vacunación también está basado en este método, fruto de la observación de Edward Jenner en 1796, año en el que Samuel Hahnemann publicó sus investigaciones sobre los principios de drogas medicinales y desarrollo su enfoque terapéutico.


Aplicando el principio de similitud, la homeopatía utiliza los efectos terapéuticos de las sustancias, atenuando su toxicidad utilizando muy pequeñas dosis hasta un nivel denominado "infinitesimal".

La experiencia prueba que, a pesar de la altísima dilución de la sustancia activa, el efecto terapéutico persiste. A pesar de que se avanza día a día, el estado de la ciencia no permite aún explicar cómo actúan las diluciones infinitesimales.

La homeopatía confirma que sustancias diluidas por encima de los límites conocidos de la materia* tienen una actividad biológica o física observable, mensurable, reproductible y específica de la sustancia diluida, aunque no quede ningún rastro de ella. Se han formulado numerosas hipótesis para comprobar este postulado, pero el infinitesimal continúa siendo un reto científico.

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