CARICIAS

Son muchas las cosas que se pasan por alto en la vida, pero hay una que se detecta principalmente en las grandes ciudades, como una afección que avanza amenazante, se trata de la falta de caricias.

En estadísticas proporcionadas por la Universidad de Miami, el 80% de la población sufre de esta dolencia. Esa carencia táctil está relacionada con el confort impuesto en estos tiempos, por ejemplo las máquinas expendedoras de bebida, las boleteras automáticas, las facilidades que otorga Internet, donde se puede comprar, vender, conocer gente, hacer trámites sin moverse de su casa. Todas estas comodidades que son suministradas por máquinas, nos privan de afecto, del saludo, del contacto piel con piel, en consecuencia son un peligro para la salud ya que fue comprobado por los investigadores del Conicet que los estímulos sensoriales, fortifican el sistema inmunológico que se encarga de la defensa del organismo. Son más sanas psíquica, física e intelectualmente las personas que dan y reciben caricias.

La caricia comienza en el tacto (piel con piel) produciendo un estímulo que llega hasta los receptores sensoriales. Estos a través del sistema nervioso central, envían la información hacia el cerebro, donde es decodificada, reconocida y reenviada en forma de señales químicas al sistema inmunológico. Las señales que llegan del cerebro estimulan médula ósea, ganglios linfáticos, timo y bazo y provocan una sensación de bienestar en el sistema que se mantiene alerta y preparado para regular la inmunidad.

Las caricias, los abrazos y los mimos son necesarios en todas las etapas de la vida, son complementos con los que se manifiesta el amor.

No dejes de acariciar a tu hijo, besar a tu pareja, ni de abrazar a tu amigo. Hoy.