Identificar las emociones es primordial ya que nos aportan datos necesarios para la toma de decisiones y para realizar nuestra actividad diaria. También son un elemento para nuestro bienestar ya que las emociones positivas, por ejemplo, nos ayudan a desarrollarnos y a crecer como personas al indicarnos mediante su aparición que vamos por el buen camino. Además, las emociones son básicas en la interacción social, en nuestro sistema de comunicación interpersonal que se apoya solo en un 10% en el componente meramente verbal quedando el resto a la comunicación no verbal: gestos del cuerpo, entonación y la expresividad del rostro (73).
Todos sabemos que no todas las expresiones emocionales son verdaderas por lo que tenemos que identificar correctamente los sentimientos ya que de no ser así no podremos utilizarlas, ni comprenderlas ni regularlas. El mejor medio para comenzar a desarrollar esta capacidad de identificación es hacerlo por nosotros mismos. Para ello se presentan tres formas de hacerlo: ser conscientes de nuestros sentimientos y emociones, ser conscientes también de nuestra expresividad emocional y, por último, ser conscientes de los sentimientos y emociones de los demás.
Para la identificación emocional es necesario que no ocultemos las emociones, que tengamos acceso a ellas por lo menos en algún momento del día, en los momentos más emocionales. Para ello es conveniente escribir algún tipo de diario emocional, tanto orientado a las emociones como a los estados de ánimo como a las emociones positivas, que nos permita realizar una reflexión sistemática en algunos momentos el día para poder traer a la consciencia nuestras emociones y sus efectos. Este ejercicio nos permitirá además conocernos mejor y sabremos qué elementos cotidianos influyen en nuestros ciclos emocionales como pueden ser la comida o el sueño.
Como decíamos también tenemos que ser conscientes de la expresividad de nuestras emociones para poder expresar lo que sentimos junto con lo que decimos. Para ello, un buen ejercicio sería practicar un discurso delante de un espejo o mediante una filmación viendo qué expresividad tenemos en el rostro, es decir, ver cómo expresamos nuestras emociones ya que eso es lo que ven los demás.
Finalmente tendremos que ser conscientes de los sentimientos y emociones de los demás y para ello tendremos que aprender a leer no solo el rostro de las personas, sino su lenguaje no verbal. Debemos mantener contacto visual con las personas para poder leer las expresiones de sus rostros pero también tendremos que estar muy atentos a la entonación del discurso, y a los movimientos de sus cuerpos. Todo esto, lo podemos ensañar viendo películas o estando plácidamente sentados en un café fijándonos, no obsesivamente para no molestar, las expresiones y movimientos de las personas que allí se encuentren. Esto nos permitirá ir fijándonos con detenimiento en las expresiones faciales de las emociones y podremos empezar a identificarlas, tanto las verdaderas como las fingidas.
Estas son algunas de los conceptos que, fundamentados en Salovey y Caruso, presentamos sobre la identificación emocional. Ahora es el momento de que ustedes den su opinión sobre ellos y apunten algún otro sistema para desarrollar la identificación de las emociones.
¿Cuál es su opinión?
¿Qué métodos utilizar para desarrollar la capacidad e identificar las emociones?
Hola Adelita.
ResponderEliminarSoy Lourdes. Nos conocimos el otro día cuando visitaste a mi madre.
Me gustó mucho conocerte y me pareciste una persona muy interesante.Si es posible, podríamos mantener un poco de contacto.
Estoy estudiando Pedagogía y me interesan todos los temas que tienen que ver con la educación, por supuesto, las emociones también.
Como prometí, te envío el enlace de mi blog:
http://alasombradelosmuros.blogspot.com/
Le dedico menos tiempo del que quisiera y aunque no es gran cosa, está hecho desde el cariño.
Un abrazo,
Lourdes