Un muchacho cruzó el desierto, y finalmente llegó al
monasterio de Sceta. Allí pidió permiso para asistir a una de las pláticas del
abad, permiso que le fue concedido.
Aquella tarde, el abad discurrió sobre la necesidad de
meditar utilizando la imagen del Sagrado Corazón. A continuación habló de la
importancia del silencio. Finalmente, cuando terminó la plática, pidió al
muchacho recién llegado que ayudará en la construcción de un camino hasta una
aldea cercana al monasterio.
- ¿Por qué? – preguntó el muchacho – A fin de cuentas,
lo importante es rezar.
- Rezar es muy importante – dijo el abad -. Pero rezarás
aún mejor si con tus manos consigues descubrir un modo de comunicarte con tu
vecino.
Interesanate, y es que la comunicación es uno de los pilares básicos en los que se apoya cualquier tipo de relación humana y es provechosa en prácticamente todas las esferas de la actividad humana.
ResponderEliminarSaludos, Adelita.
Quisiera saber algo de José Antonio, sus pacientes están preocupados. Gracias Dra. Goñi
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