AUTOESTIMA

viernes, 29 de junio de 2012

Remedios caseros para eliminar pulgas, garrapatas y otros parásitos

Remedios caseros y naturales para mascotas.jpg
Las mascotas son parte de la familia y nos gusta cuidarlos como si fueran una persona más. Para ellos también existen remedios naturales y caseros que ayudan a combatir diferentes males, tanto externos como garrapatas o pulgas, como enfermedades del organismo.
Existen terapias alternativas para perros, gatos y otros animales, pero lejos de gastar mucho dinero, esta vez te ofrecemos algunos remedios naturales que puedes hacer en casa.

Remedios naturales para combatir las garrapatas

Remedios caseros y naturales para mascotas_2.jpg
Este es un horrendo parásito de la familia de las arañas que se engancha a la piel de los animales con pelaje denso para alimentarse de su sangre. Suelen ubicarse en las zonas donde el pelo las cubre pero no las molesta como las orejas, las patas o cera del ano.
Será prudente revisar a las mascotas cada vez que vuelvan de jugar en el exterior o si notamos que se rascan o se sienten incómodas.
Se hace una mezcla de media parte de aceite (puede ser de cualquier tipo, la idea es aportar untuosidad a la mezcla) y dos partes de alcohol (que hace las veces de antiséptico al desprender la garrapata de la piel). Se utiliza un paño o gasa para pasar la mezcla sobre la garrapata cuantas veces sea necesario hasta que se desprenda sola. Luego será pertinente matarla para que no siga infectando a los animales.

Remedios naturales para curar pulgas

Remedios caseros y naturales para mascotas_1.jpg

Las pulgas son molestas como los piojos para las personas. Pero además en los perros o gatos pueden ser transmisores de enfermedades. Para curar las pulgas, los remedios caseros son:
  • Poleo y agua. Hacer una infusión de poleo de color fuerte y una vez frio, colocar en un rociador para que sea más sencillo esparcirla por todo el pelaje del animal. Una vez hecho esto, no secar ni enjuagar el pelaje.
  • Para prevenir la aparición de pulgas un buen remedio casero es incluir pequeñas porciones de ajo y de levadura en la alimentación, el olor que emanará el pelaje del animal será imperceptible para las personas pero repelente para los insectos.
Otra de las dolencias que pueden provocar los parásitos e insectos en las mascotas es el lastimar las almohadillas de las patas. Los remedios caseros para proteger esta parte del cuerpo son:
  • Cremas de caléndula: las mismas que utilizamos para las personas sirven de cicatrizante y fortalecedor de la piel de las patas.
  • Aloe vera: en gel o crema para mantener la humectación y evitar que se prendan entre las uñas algunos parásitos.
  • Centella asiática o aceite de lavanda: sirven para proteger la piel.
Remedios caseros y naturales para mascotas_0_0.jpg
Espero que estos datos te sean útiles y puedas contarnos si a tu mascota dejó que se los aplicaras con tranquilidad.

martes, 26 de junio de 2012

Golpe de calor. El riesgo de las altas temperaturas

La prevención es el mejor remedio para evitar una afección que puede llegar a causar la muerte


Los humanos somos animales homeotermos, es decir, mantenemos la temperatura corporal constante dentro de unos márgenes. La temperatura normal de nuestro cuerpo se sitúa en torno a los 37 grados con oscilaciones fisiológicas circadianas; es más baja por la mañana y alcanza su máximo entre las 4 y 6 horas de la tarde.
Puede llegar hasta los 37,7º, pero esta variación es perfectamente normal. El mantenimiento de los límites se gestiona desde el cerebro, en concreto en el hipotálamo anterior, un centro termorregulador que equilibra la temperatura corporal. Para ello recibe información desde distintas partes del cuerpo por medio de los termoreceptores y pone en marcha los mecanismos adaptativos. Si hace mucho frío activa los necesarios para elevar la temperatura -tiritonas, vasoconstricción, etc.- y si hace mucho calor acciona los mecanismos de refrigeración y disipación del calor, como el aumento de la frecuencia respiratoria, cardiaca y de la circulación sanguínea en la piel, la vasodilatación de la red sanguínea de la piel y el incremento de la sudoración.

¿Por qué sube la temperatura corporal?

Causas ambientales:
  • Temperatura ambiental alta
  • Humedad atmosférica elevada
  • Sobrecarga de calor por radiación (edificios, automóviles...)
Causas endógenas:
  • Fiebre
  • Esfuerzo muscular por trabajo o deporte
  • Hipertermia maligna

Colapso por calor

Por lo general, los trastornos provocados por el exceso de calor en el organismo humano son frecuentes, pero de escasa gravedad. Suelen ser habituales los casos leves, que se caracterizan por calambres que aparecen en personas que realizan una actividad física prolongada en ambientes calurosos y húmedos. Más importancia tiene el denominado agotamiento o colapso por calor. Se produce un fallo en los mecanismos cardio-circulatorios de adaptación al calor, pero se mantiene una buena respuesta del centro termorregulador hipotalámico. Aparecen síntomas como debilidad, cansancio, dolor de cabeza, mareo, náuseas y vómitos. Esta situación puede progresar hasta la incoordinación muscular y pérdida más o menos completa de la consciencia. El afectado está pálido, sudoroso, pero su temperatura se mantiene normal o ligeramente elevada.
En estos casos lo que hay que hacer es:
  • Colocar al afectado en lugar fresco y ventilado a la sombra
  • Ponerlo en decúbito supino (tumbado boca arriba) y ligeramente incorporado
  • Aplicarle compresas de agua fría en cabeza, nuca, cara y pecho
  • Darle a beber agua fresca con un poco de sal (1 cucharadita por litro de agua) a pequeños sorbos
  • Es aconsejable que sea visto por un médico para vigilar su evolución.

Golpe de calor: fallo multiorgánico

Si no se pone remedio a tiempo a un colapso por calor, cuando quien lo sufre es vulnerable o el calor es excesivo, se produce el cuadro más grave de la patología por calor: el golpe de calor. Los mecanismos termorreguladores fallan y si no se actúa con rapidez y de forma adecuada se origina un fallo multiorgánico que puede derivar en el fallecimiento del paciente. A diferencia de lo que ocurre en el colapso, en el golpe de calor la temperatura es muy elevada -mayor de 39-40 grados- la piel está seca y caliente, se va perdiendo la consciencia y se entra en coma.
Es una urgencia vital: hay que trasladar al paciente a un centro hospitalario lo más rápidamente posible. Aunque se trate a tiempo, la mortalidad es elevada y son frecuentes las secuelas neurológicas y de otro tipo en quienes sobreviven. Hasta el traslado del paciente al hospital para que reciba la atención médica adecuada, se le pueden aplicar compresas de agua fría y darle de beber agua a pequeños sorbos.
Aunque cualquier persona puede acusar los efectos del calor excesivo, hay algunas más vulnerables:
  • Mayores de 75 años y menores de 6 años
  • Recién nacidos
  • Obesos, diabéticos, hipertensos, y personas con afecciones cardiacas y respiratorias
  • Deportistas que realizan esfuerzos prolongados con temperaturas elevadas
  • Personas en tratamiento con diuréticos, tranquilizantes y antidepresivos

Prevención

La mejor medida es la prevención, evitar el efecto del calor en cualquiera de sus formas. Por ello y ante temperaturas elevadas hay que adoptar medidas preventivas.

1. Medidas a adoptar en el domicilio:

  • Cerrar las ventanas y poner la casa en penumbra
  • Permanecer en las zonas más frescas de la casa
  • Beber agua y zumos en abundancia
  • Ducharse con agua fresca varias veces al día
  • Evitar el alcohol y las comidas pesadas, calientes y condimentadas
  • Vestirse con ropa fresca, de algodón, holgada y de colores claros
  • No realizar ejercicio físico fuerte

2. Medidas a tomar si se sale a la calle:

  • Caminar por la sombra
  • Llevar ropa fresca
  • Beber con frecuencia
  • Evitar el coche en las horas de más calor
  • No dejar nunca en el coche niños, ancianos o discapacitados
  • Para descansar un rato, tomar un refresco o acudir a locales climatizados

3. Si va al monte o a la playa:

  • Evite exponerse al sol en las horas centrales
  • Cúbrase la cabeza y lleve ropa holgada
  • Protéjase bajo la sombrilla
  • Báñese con frecuencia
  • Remójese la cabeza, la cara y nuca.

La ola de calor

Con anterioridad a la ola de calor padecida en el verano de 2003, la revista American Journal of Epidemiology se hacía eco de un estudio de la Universidad John Hopkins en el que se evidenciaba una relación entre las temperaturas extremas y la mortalidad de la población. Determinaron que existía una "temperatura de mortalidad mínima" (TMM) que era de entre 18-21 grados para las ciudades frías del norte y de entre 24-32 para las ciudades más cálidas del sur. Los resultados indicaban que las ciudades del sur son mucho más vulnerables al frío y mueren más personas cuando la temperatura desciende por debajo de la TMM, mientras que las ciudades del norte son más sensibles al calor y que su mortalidad crece cuando las temperaturas ascienden por encima de la TMM. Así sucedió en la ola de calor que azotó Europa en 2003. La muerte de miles de personas puso de manifiesto las descoordinación ministerial, la falta de personal sanitario y de camas (agravado por las vacaciones de verano) y la ausencia de un sistema de alerta, vigilancia e información ante estas situaciones extremas en los países afectados.
Dadas las variaciones climáticas extremas que se están viendo en los últimos tiempos, adquiere mayor relevancia la puesta en marcha de planes de emergencia para "situaciones climáticas extremas" que mitiguen los efectos de estos fenómenos climáticos.

Cuento zen : Cambiar el destino



Durante una batalla trascendental, un general japonés decidía atacar. Aunque su ejército era superado en número considerablemente, estaba seguro que ganarían, pero sus hombres estaban llenos de dudas. En el camino a la batalla, pararon en un santuario religioso. Después de rezar con los hombres, el general sacó una moneda y dijo, “Ahora lanzaré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Si es cruz, perderemos. El destino ahora se revelará”.

Lanzó la moneda al aire y todos la miraron atentamente mientras caía. Fue cara. Los soldados estuvieron tan rebosantes de alegría y llenos de confianza que atacaron vigorosamente al enemigo y salieron victoriosos. Después de la batalla, un teniente le comentó al general, “Nadie puede cambiar el destino”. “Absolutamente correcto”, contestó el general mientras mostraba al teniente la moneda, la cual tenía caras en ambos lados.

Soledad y salud, malas compañeras




La soledad, además de propiciar malos hábitos, también tiene efectos directos sobre el metabolismo, el sistema nervioso y la salud mental
  • Por TERESA ROMANILLOS
-Vivir solo, sin compañía, incide sobre la salud, tanto en la vertiente física como psicológica. Cada vez son mayores las evidencias de la influencia de la soledad en el ser humano, ya que puede propiciar malos hábitos y afectar de forma directa al metabolismo y el sistema nervioso. Además, tiene un peso en la salud mental: un reciente estudio concluye que las personas que se sienten solas tienen un mayor riesgo de sufrir depresión. En una época en la que, a pesar de que Internet y las redes sociales parecen haber reducido el aislamiento social, se contabilizan más personas que viven solas. A continuación se describen qué efectos provoca la soledad en el estado de salud de las personas.

La soledad: mayor riesgo de depresión
La soledad aumenta el riesgo de sufrir una depresión. Esta es la conclusión a la que han llegado un grupo de científicos finlandeses con un trabajo demuestra que las personas que viven solas tienen un 80% más de riesgo a sufrir depresión que las que viven en compañía. La investigación ha sido publicada en la revista 'BMC Public Health' y ha causado un gran impacto, dado que el número de personas que viven solas se ha multiplicado durante los últimos 30 años; en la actualidad, una de cada tres en los EE.UU. y el Reino Unido vive sola.
De hecho, ya se conocían los efectos que la ausencia de compañía tiene en personas de edad avanzada: aumenta el riesgo a padecer enfermedades relacionadas con la salud mental. Ahora, el estudio publicado aporta nuevos datos, ya que ha sido realizado con 3.500 personas de edad media, lo que indica que la correlación entre la soledad y la depresión también se da en personas más jóvenes.
Para el estudio, los investigadores preguntaron a los participantes si vivían solos o acompañados, así como el entorno social que los rodeaba en el trabajo. También se interesaron por la educación, los ingresos, las condiciones de la vivienda y algunos hábitos de vida, como la práctica de ejercicio físico y el consumo de tabaco y alcohol. El análisis de los datos mostró, además, que el aspecto que más influía en el riesgo a padecer depresión en las mujeres era el mal estado de la vivienda, mientras que en los hombres era la falta de apoyo social.
Algunos estudios han demostrado que la soledad hace que se vivan menos años y con más enfermedades
La explicación por la cual la soledad puede provocar depresión, según los expertos, es el aislamiento que sufren las personas que viven solas. Vivir en compañía aporta soporte emocional, sentimiento de integración social y confianza, elementos que en su ausencia son de riesgo para muchas enfermedades mentales.
Soledad y mala calidad del sueño
La calidad del sueño es otro de los mecanismos que conectan soledad y peor salud. Se ha demostrado que las personas con aislamiento social tienen una peor calidad de sueño, que está relacionado en una serie de efectos a nivel metabólico y del sistema nervioso. A otros niveles, un estudio realizado en EE.UU. ha puesto de manifiesto que también puede afectar a la respuesta inmune a través de la expresión de algunos genes en los glóbulos blancos.
Este estudio, publicado en la revista 'Genome Biology', es la evidencia de hasta qué punto la expresión de los genes se ve condicionada por el entorno; los resultados sugirieron que el sentimiento de soledad está relacionado con alteraciones en la actividad del sistema inmunitario, que provocan un aumento de señales inflamatorias en el organismo. Estas señales están implicadas en las enfermedades cardiovasculares, en la vulnerabilidad frente a las infecciones y en el cáncer.
Sentirse solo afecta a la salud
Las personas que se sienten solas suelen tener peor salud que aquellas que se encuentran acompañadas. De esta manera, algunos estudios han demostrado que la soledad hace que se vivan menos años y con más enfermedades, de forma que podría ser un factor de riesgo para la salud tan perjudicial como la obesidad o el sedentarismo.
Uno de los mecanismos por los que influye en la salud está asociado con que el estilo de vida de los solitarios, en ocasiones, es más descuidado. A menudo, tiende a cuidarse menos la alimentación y a "pasar" con cualquier cosa. También la actividad física puede verse limitada sin el estimulo de otros que animen a salir. Además, algunos estudios apuntan que las personas socialmente más aisladas consumen más alcohol y adoptan conductas de mayor riesgo, como no abrocharse el cinturón de seguridad.
A nivel fisiológico, la soledad parece incidir en el sistema cardiovascular. Hace unos años ya se demostró que sentirse aislado aumenta el riesgo de padecer enfermedades coronarias y algunos estudios han demostrado que las personas solitarias tienen mayores valores de tensión arterial y frecuencia cardiaca. Los niveles de cortisol (hormona implicada en el estrés) también muestran valores superiores. Esto podría explicarse por el hecho de que los individuos que encuentran un menor apoyo en su entorno precisan estar en un mayor estado de alerta para controlar las posibles dificultades que surjan.
Soledad y relaciones on line
En la época actual, una paradoja envuelve las redes sociales en Internet. En apariencia, son una herramienta de comunicación que permite compartir experiencias y agrandar el círculo social. Sin embargo, un estudio realizado por científicos de la Universidad de Arizona (EE.UU.) asegura que las relaciones en la red son superficiales y aumentan el aislamiento. Los científicos realizaron un cuestionario a 265 adultos y observaron que las redes sociales podían reemplazar a las relaciones reales más estrechas y, por lo tanto, provocar una sensación de falso entorno social que al final termina por causar más aislamiento.

martes, 19 de junio de 2012

A EVITAR EN EL EMBARAZO



Ocho cosas que se deben evitar en el embarazo
El consumo de alcohol, los baños calientes o el ejercicio de alto impacto son algunas prácticas que se deben evitar durante la gestación
  • Por MARTA VÁZQUEZ-REINA
- Imagen: Edwin & Kelly Tofslie -Durante el embarazo, las mujeres tienden a cuidarse más que nunca para preservar la salud y favorecer el buen desarrollo de su bebé. Para evitar riesgos innecesarios y posibles complicaciones, en el periodo de gestación los especialistas recomiendan evitar o reducir el consumo de determinadas sustancias como el alcohol, el tabaco y la cafeína, eliminar de la dieta alimentos con alto contenido en metales o que puedan transmitir la toxoplasmosis y renunciar a algunas prácticas como los baños calientes y saunas o el ejercicio de alto impacto. En este reportaje se enumeran ocho prácticas que se deben evitar en la gestación y se explican las razones.
1. Embarazo y consumo de alcohol
Es muy probable que antes de saber que está embarazada la mujer haya consumido algo de alcohol en sus momentos de ocio. Esta circunstancia no debe ser motivo de preocupación, pero sí debe marcar el límite para dejar de beber este tipo de bebidas en el embarazo. El alcohol penetra en la sangre del feto casi en las mismas concentraciones en las que se halla en la sangre materna, de modo que el consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo puede dar lugar a numerosos problemas y complicaciones para el bebé.
Un tamaño menor al normal, deficiencias mentales, deformidades, incremento de la tasa de mortalidad neonatal, aborto espontáneo, parto prematuro, complicaciones de parto o crecimiento anormal del bebé son algunos de los principales riesgos asociados al consumo de alcohol en la gestación.
2. Tabaco en el embarazo
Aún no existen evidencias científicas claras sobre si fumar antes de quedar embarazada puede o no perjudicar al bebé. Lo que sí está demostrado es que el consumo de tabaco, en especial después del primer trimestre, implica riesgos para el pequeño y para el correcto desarrollo de la gestación.
Respecto al embarazo, los riesgos más frecuentes son aborto, hemorragia vaginal, parto prematuro, embarazo ectópico e implantación anómala o desprendimiento de la placenta, entre otros. Para el bebé, el principal efecto es el bajo peso al nacer, que está relacionado de manera directa con el número de cigarrillos que se consumen: a más cantidad de cigarrillos, menor peso del bebé. A medio plazo, el tabaquismo está relacionado también con la posibilidad de sufrir apnea o con el síndrome de muerte súbita del lactante.
3. Cafeína durante la gestación
El consumo de café, té o bebidas refrescantes que contienen cafeína no está prohibido durante el embarazo. Sin embargo, los especialistas recomiendan reducir su ingesta, sobre todo en el primer trimestre, a una cantidad que no supere los 300 miligramos diarios de cafeína (tres tazas de café o seis refrescos de cola). En el caso de las mujeres gestantes que presenten molestias digestivas como acidez, náuseas o vómitos, los especialistas sí aconsejan prescindir de la cafeína para no agravar su estado.
4. Baños calientes y saunas en el embarazo
Las mujeres embarazadas deben evitar que su temperatura corporal se sitúe por encima de los 38,9ºC, en especial, durante el primer trimestre de gestación, puesto que se incrementa el riesgo de que se generen alteraciones en el sistema nervioso del bebé. Para no exponerse a este peligro, es recomendable prescindir de los baños muy calientes, las saunas, aguas termales y otros tratamientos que pueden elevar la temperatura corporal hasta estos niveles.
5. El embarazo y las radiografías
Diferentes estudios evidencian que las exploraciones con rayos x en las embarazadas no son dañinas, a no ser que la dosis de radiación sea muy alta o se realice de forma directa sobre el útero materno. Por ese motivo, los especialistas recomiendan hacer uso de este tratamiento de diagnóstico solo cuando sea necesario para preservar la salud de la madre. No obstante, aconsejan que, si es posible, se posponga para después del embarazo la exposición a la radiación o que se usen otros métodos diagnósticos alternativos.
6. El pescado azul y las mujeres embarazadas
Tal como indica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), durante el embarazo debe evitarse el consumo de pez espada, tiburón, atún rojo y lucio. Estas especies de pescado azul acumulan mayor cantidad de metales, como el mercurio, que pueden llegar al bebé durante la gestación y afectar al desarrollo neuronal del feto. La recomendación es extensiva al periodo de lactancia materna.
7. Ejercicios de alto impacto en el embarazo
El ejercicio leve y la gimnasia moderada es aconsejable para que las mujeres embarazadas se mantengan en forma durante la gestación y preparen su cuerpo para el parto. Sin embargo, deben evitarse los deportes de alto impacto que impliquen los saltos, las sacudidas bruscas, la carga de objetos pesados o los que conlleven el riesgo de que se produzca alguna caída o lesión.
8. La toxoplasmosis, a raya
Las mujeres gestantes que, tras las primeras analíticas del embarazo, comprueban que no han padecido con anterioridad la toxoplasmosis y que, por tanto, no están inmunizadas contra ella, deben tomar ciertas precauciones para no contraer esta enfermedad que implica un importante riesgo para el bebé, sobre todo si se le transmite en las últimas fases del embarazo.
La mejor manera de prevenir el contagio por este parásito es, por una parte, evitar el consumo de carnes crudas o poco cocinadas (embutidos y jamón crudo) que pueden estar contaminadas, el consumo de leche cruda de cabra o de verduras o huevos que no estén cuidadosamente limpiados y puedan ser foco de infección porque algún animal infectado haya defecado sobre ellos. Asimismo, es importante evitar el contacto con los excrementos de los gatos.

lunes, 18 de junio de 2012

¿ESPERAR?

DIESEL Y CANCER

La OMS alerta de que los gases de la combustión del diésel provocan cáncer

Ha aumentado el nivel de riesgo con el que los clasifica, ante evidencias de su relación con el cáncer de pulmón y vejiga


La OMS alerta de que los gases de la combustión del diésel provocan cáncer
Los gases que genera la combustión de los motores diésel provocan cáncer en los seres humanos, han alertado este martes expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha aumentado el nivel de riesgo con el que los clasifica, ante evidencias de su relación con el cáncer de pulmón y vejiga.
La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), departamento de la OMS experto en oncología, ha reclasificado los gases generados por la combustión del diésel desde el grupo 2A de probables cancerígenos al grupo 1 de sustancias que tienen relación concreta con el cáncer. «El grupo de trabajo ha detectado que la combustión del diésel es una causa de cáncer de pulmón y también ha advertido una asociación positiva con un mayor riesgo de cáncer de vejiga», ha indicado el IARC en un comunicado.
La decisión es resultado de una reunión de una semana de duración de expertos independientes que evaluaron la última evidencia científica sobre la posibilidad de que los gases del diésel y la gasolina provoquen cáncer. En cuanto a la combustión de la gasolina, el grupo dijo que los gases generados deberían ser clasificados como «posiblemente cancerígenos para los humanos», lo que no modifica la evaluación previa del IARC, realizada en 1989.