Entrando en Agüero, en la puerta de la carpintería de Angel Viejo, que trabaja la madera poniendo mucho arte, encontré esta preciosa mata de BELEÑO, que por este pueblo también la llaman "hierba de la locura" y en la tradición popular se emplea para hacer un saumerio "pa espantar o mal de muelas".
Se caracteriza por ser una planta muy venenosa y de olor francamente desagradable. Se cuenta que las brujas de la edad media usaban esta planta para “cabalgar al diablo”, tales eran los colocones que pillaban. También se dice que echaban semillas de beleño en los fuegos de los baños públicos para adormecer a los usuarios y limpiarlos de todo lo que llevaban puesto.
Parecido a la belladona
La composición del beleño es muy similar a la de la belladona, es decir, contiene atropina, hiosciamina y escopolamina, aunque se sabe que las concentraciones de estos alcaloides en el beleño son sensiblemente más bajas que en la belladona. También contiene abundantes flavonoides.
Cura, pero cuidado, debe ser utilizada por expertos
Los alcaloides del beleño le confieren acciones espasmolíticas, antiasmáticas, midriáticas y de analgésico local. Además, ejercen una acción sedante sobre el sistema nervioso central, por lo que se le considera antiparkinsoniano; pero no hay que olvidar que estos alcaloides son sumamente peligrosos, por lo que el uso de esta planta no debe dejarse en manos inexpertas. La intoxicación por administración de altas dosis de beleño puede producir sueño, delirio y convulsiones. En medicina popular esta planta no debería usarse nunca. Solamente, a nivel de la industria farmacéutica, se pueden elaborar formas de administración que sí pueden resultar muy útiles en el tratamiento de determinadas enfermedades; de hecho, los alcaloides de esta planta se utilizan en la medicina actual para combatir el asma, dilatar la pupila con fines exploratorios, calmar determinados temblores seniles, etc.
No debe utilizarse si no es en forma homeopatizada y aconsejada por un profesional competente de dilatada experiencia.
Parecido a la belladona
La composición del beleño es muy similar a la de la belladona, es decir, contiene atropina, hiosciamina y escopolamina, aunque se sabe que las concentraciones de estos alcaloides en el beleño son sensiblemente más bajas que en la belladona. También contiene abundantes flavonoides.
Cura, pero cuidado, debe ser utilizada por expertos
Los alcaloides del beleño le confieren acciones espasmolíticas, antiasmáticas, midriáticas y de analgésico local. Además, ejercen una acción sedante sobre el sistema nervioso central, por lo que se le considera antiparkinsoniano; pero no hay que olvidar que estos alcaloides son sumamente peligrosos, por lo que el uso de esta planta no debe dejarse en manos inexpertas. La intoxicación por administración de altas dosis de beleño puede producir sueño, delirio y convulsiones. En medicina popular esta planta no debería usarse nunca. Solamente, a nivel de la industria farmacéutica, se pueden elaborar formas de administración que sí pueden resultar muy útiles en el tratamiento de determinadas enfermedades; de hecho, los alcaloides de esta planta se utilizan en la medicina actual para combatir el asma, dilatar la pupila con fines exploratorios, calmar determinados temblores seniles, etc.
No debe utilizarse si no es en forma homeopatizada y aconsejada por un profesional competente de dilatada experiencia.
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