AUTOESTIMA

lunes, 29 de junio de 2009

CONCILIO
















Prácticamente a mitad de camino entre Ayerbe y Murillo de Gállego se encuentra la pequeña localidad de Concilio. Circulando hacia Murillo, de cuyo ayuntamiento depende, la iglesia queda a nuestra derecha sobre una elevación del terreno que aparece rodeada por vestigios de muros de sillares y abundantes restos óseos en sus laderas, atestiguando la existencia de abundantes inhumaciones en su entorno. El templo dedicado a Santa María ha sufrido numerosas transformaciones y es por ello que presenta el curioso perfil que le otorga personalidad. El cilindro absidal conserva su altura primitiva mientras que por detrás el presbiterio y la nave alcanzan menor elevación. El cilindro absidal y el presbiterio son de la misma cronología, XII avanzado. Hay ventanal absidal cegado y canecillos decorados en muy buen estado de conservación. La nave así como la espadaña que la corona a poniente son de época tardía, fruto de alguna de sus numerosas reformas. Al interior la nave se segmenta en cinco tramos a base de arcos diafragma de medio punto. En ella se guarda algún sarcófago antropomorfo de sus inmediaciones. La virgen románica fue robada, y la actual es copia de la original. La bóveda absidal -probablemente desaparecida- aparece oculta por cubierta de escayola conformando una especie de óculo central realizada a partir de la imposta. A poniente del templo, casi adosado al mismo hay una edificación a la que se conoce como el “pajar de Mariano, de Casa Chorra” que en su lienzo occidental conserva interesantes restos de una portada con impostas decoradas a base de pequeñas decoraciones a modo de rollos en su porción inferior y los evidentes restos de un arco de herradura de notables dimensiones que conserva ocho dovelas en su arranque sur. Al interior del pajar seguimos comprobando la misma estructura, que se reutilizó cerrándose con una sencilla capa de mampostería para aprovecharla como almacén. Gracias a ello ha llegado ese fragmento de portada hasta nuestro días. Dovelas conformando inicio de arco de herradura, imposta de bella decoración que recuerda a las de la iglesia baja de San Juan de la Peña y elementos de sus jambas, “in situ”, delimitando la luz de un vano de notables dimensiones nos dan fe de la existencia de una edificación hispano visigoda que aquí llaman “la ermita de San Andrés”, y que en su momento fue parte del monasterio mozárabe de San Benito

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