Esta afirmación rotunda la ha realizado Pedro Mata, presidente de la Fundación Hipercolesterolemia Familiar, al comentar un nuevo estudio que demuestra que mantener unas tasas elevadas de colesterol malo, puede repercutir en las funciones cerebrales. Efectivamente, tener niveles elevados de colesterol LDL a partir de los 50 años no solo puede provocar enfermedades cardiovasculares, sino también demencia senil. Un estudio multicéntrico liderado desde el Hospital Clínic de Barcelona/IDIBAPS, la Fundación Hipercolesterolemia Familiar, la Universidad Internacional de Catalunya y la Medical University of South Carolina, entre otros centros, y publicado online en la revista The American Journal of Medicine, ha demostrado por vez primera la relación directa entre los niveles de colesterol elevado en sangre y los trastornos de las funciones cerebrales superiores, en especial las relacionadas con la memoria, la atención y la fluidez del lenguaje. Es decir, que tener los índices de colesterol malo elevados puede aumentar el riesgo de sufrir un deterioro cognitivo leve, es decir, un trastorno asociado generalmente a la edad, que a menudo son la antesala de la demencia o el alzhéimer esporádico (no genético).
Durante cinco años, el equipo multidisciplinar estudió a 47 pacientes mayores de 50 años con hipercolesterolemia familiar (HF), y a 70 personas sanas. El 22% de los pacientes con HF dio positivo en los test de valoración de las funciones cerebrales y sólo un 3% en los pacientes sanos.
Las personas con hipercolesterolemia familiar -un trastorno hereditario que padecen unas 100.000 personas en España- sufren niveles elevados de colesterol LDL a lo largo de toda su vida y necesitan tomar mediads preventivas para que la enfermedad no les produzcan daños irreversibles. Daniel Zambón, especialista de la Unidad de Lípidos del Clínic, afirma que para retrasar y evitar esta enfermedad “es fundamental introducir hábitos saludables desde la infancia”
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