AUTOESTIMA

martes, 14 de junio de 2011

Las irregularidades menstruales esconden problemas de salud



Los ciclos irregulares pueden ser señal de anomalías metabólicas como la diabetes
A pocas mujeres el ciclo menstrual les dura 28 días, que sería la cifra más exacta. En general, se registra una oscilación normal de 21 y 40 días. Más allá de este número se considera que el período es irregular. Siempre se ha pensado que estas alteraciones tras la menarquia (la primera regla) son habituales, porque pasa algún tiempo hasta que el organismo se regula. No obstante, un estudio afirma que la oligomenorrea (ciclo menstrual que dura entre 36 y 90 días) o la amenorrea (más de 90 días o ausencia de regla) podrían deberse a alteraciones metabólicas o señales de posibles enfermedades futuras. Por este motivo, ante cualquier desarreglo, los especialistas insisten en la importancia de acudir al ginecólogo.
  • Por NÚRIA LLAVINA RUBIO

Tras la menarquia o primera menstruación en la adolescencia, la irregularidad menstrual se entiende como un hecho normal y se justifica por una hipotética regularización hormonal que se estabiliza con los años. Sn embargo, investigadores del National Heart Lung and Blood Institute, de Estados Unidos, han publicado en la revista 'Fertility and Sterility' las conclusiones de un estudio ("Ramifications of adolescent menstrual cycles more than 42 days in young adults") que asegura que estas alteraciones podrían reflejar una propensión al sobrepeso o a la obesidad, así como ser signos tempranos de diabetes y enfermedad cardiovascular.
Otros científicos estadounidenses del hospital Brigham and Women, en Boston, han llegado a resultados parecidos, tal y como plasman en el artículo "Long or Highly Irregular Menstrual Cycles as a Marker for Risk of Type 2 Diabetes Mellitus", publicado en 'Journal of the American Medical Association'.
Regla irregular y diabetes
En el primer trabajo se midieron durante varios años los niveles de distintas hormonas sexuales en 370 niñas a partir de 14 años. También se hicieron determinaciones de niveles de glucosa y de insulina, cifras de presión arterial, peso, altura y perímetro abdominal. Se consideraron menstruaciones irregulares aquellas con una diferencia entre ciclos de más de 42 días. El porcentaje de chicas con períodos alterados fue solo de un 2% y se detectó que las afectadas pesaban más que el resto a los 14 años y engordaron más durante los años de estudio. También tenían niveles mayores de testosterona, la hormona sexual masculina. A los 25 años, las participantes con tres o más períodos irregulares registraban un índice de masa corporal de 37,8 (obesidad grave) y mayores niveles de glucemia e insulina.
Una causa que explicaría tales efectos en el organismo es que los ovarios podrían responder a cambios en el metabolismo, como el aumento de los niveles de insulina. Los problemas menstruales serían posteriores a los síntomas indicativos de diabetes. Ello pone en evidencia que los cambios en el ciclo menstrual están provocados por alteraciones metabólicas. El segundo estudio, por su lado, concluye que el motivo puede estar en que las irregularidades se deben a anomalías metabólicas que aumentan el riesgo de resistencia a la insulina, lo que a su vez dificulta la capacidad del cuerpo para procesar la glucosa y favorece el desarrollo de la diabetes.
Los períodos irregulares no provocan obesidad o niveles altos de glucosa o insulina, sino que pueden ser una señal de mal funcionamiento metabólico
Hasta ahora, esta relación se conocía en mujeres adultas y se sabía de otras causas, ya que las irregularidades menstruales se asocian a menudo con factores emocionales vinculados a situaciones de estrés, ansiedad o angustia, que alteran la producción hormonal y trastornan el proceso ovulatorio. También se habían relacionado con alteraciones del útero, los ovarios o el endometrio, como miomas, fibromas o quistes.
Ambos trabajos sugieren que se podrían identificar estas señales mucho antes, para tomar medidas de prevención que minimicen las complicaciones, como cambios en el estilo de vida, o iniciar los tratamientos oportunos. Los investigadores del National Heart Lung and Blood Institute quieren dejar claro que los resultados no prueban que los períodos irregulares favorezcan la obesidad en niñas o altos niveles de glucosa o insulina, sino que podría ser una señal de alarma de mal funcionamiento metabólico.
Del ovario poliquístico a complicaciones metabólicas
Según el Grupo de la Infancia y la Adolescencia de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, las irregularidades menstruales son un factor de riesgo para el desarrollo del síndrome del ovario poliquístico (SOP), un trastorno hormonal que, si no se trata, puede llegar a causar infertilidad y obesidad. Este, a su vez, provocaría diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. Los datos coinciden con el primer trabajo estadounidense mencionado, ya que señalan la relación directa entre la irregularidad en los ciclos y esta afección en los ovarios.
Bajar de peso ha demostrado ser el mejor método no farmacológico frente a la diabetes, la hipertensión arterial y los niveles de colesterol perjudicial alto y, en consecuencia, frente al ovario poliquístico. Una pérdida de peso del 5% del peso corporal total mejora el desequilibrio hormonal y reduce los problemas de fertilidad. Tratar de lograr la regularización de los períodos menstruales es otra estrategia habitual.
Evitar las irregularidades
Para evitar las alteraciones en el período menstrual, a menudo basta con disminuir los niveles de estrés, seguir una nutrición adecuada y añadir complementos nutricionales que ayuden a equilibrar los trastornos hormonales. Las modificaciones en la dieta se basan, sobre todo, en la disminución de la ingesta de carbohidratos refinados. En caso de deficiencias nutricionales, el especialista puede sugerir complementos de calcio, magnesio o aceite de pescado. También se recomienda el ejercicio regular, aunque moderado. Estas recomendaciones no son más que pautas de hábitos saludables de prevención de muchas otras afecciones, como la diabetes, la hipertensión o enfermedades cardiovasculares.
Pero, ¿los períodos irregulares causan aumento de peso y del nivel de glucemia? ¿Son un indicador de futuros problemas de salud? Quizá con este estudio sea aún demasiado pronto para asegurarlo. No obstante, es un buen indicador para dar importancia a los períodos irregulares en pacientes jóvenes e intervenir con medidas de prevención temprana contra estas enfermedades.
MENARQUIA PRECOZ
No solo una regla irregular puede prever posibles problemas en la adultez. También la menarquia precoz se ha asociado con problemas respiratorios, como asma, en años posteriores. Así concluye un estudio europeo publicado en 'American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine', en el que han participado investigadores españoles del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) y de la Univesitat Pompeu Fabra, en Barcelona. Este es un trabajo multicéntrico titulado "Encuesta de Salud Respiratoria en la Comunidad Europea (ECRHS)".
Los resultados relacionan una menarquia temprana con una menor estatura y mayor peso. El hecho de relacionar menstruación con alteraciones respiratorias sugiere que en el sistema respiratorio influyen factores metabólicos y hormonales. Tras estos hallazgos, los investigadores recomiendan vigilar con mayor atención los síntomas asmáticos en adolescentes que tienen su primera regla muy jóvenes.

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