Este soufflé es muy fácil de elaborar y está para chuparse los deditos! ;)
Tiene el toque dulce de la calabaza y el salado del queso de oveja curado, ideal para una cena ligera si lo acompañamos con una ensalada mixta de temporada (endibias, hinojo, canónigos...).
El problema de los soufflés es que hay que comerlos enseguida, nada más sacarlos del horno si no se deshiflan...
Con estas cantidades he hecho 8 soufflé:
100 g calabaza limpia
2 huevos
20 g harina
20 g mantequilla
200 ml leche
2 cucharadas de queso Parmesano rallado
60 g queso de oveja curado cortado en cubitos
sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Cocer la calabaza en el horno hasta que sea blanda y hacer una purea.
Preparar una bechamel densa con leche, harina, mantequilla, sal, pimienta y nuez moscada y dejamos enfriar.
Añadir a la bechamel la purea de calabaza, las yemas de los huevos y los quesos.
Montar a nieve las claras de los huevos e incorporarlos suavemente al compuesto.
Poner el compuesto en los moldes para soufflé previamente untados con poca mantequilla.
Recomiendo llenar los moldes solo por la mitad, de modo que cuando suba el soufflé no salga todo afuera!
Ponerlos en el horno caliente a unos 150º-180ºC durante unos 20 minutos.
Buen provecho!
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