Arnica montana es el remedio homeopático para golpes, contusiones, magulladuras, luxaciones y fatiga muscular. También es muy efectiva en determinados estados febriles que cursan con escalofríos y sed intensa.
Arnica montana está indicada en situaciones de sobrecarga, tensión y schock emocional violento si hay sensaciones de agujetas o magulladura, de “haber sido apaleado”.
¿Cuándo prescribimos Arnica montana?
Se aconseja tomar Arnica montana 9ch, cinco gránulos cada cinco o diez minutos durante la primera hora y espaciar la toma a medida que vaya mejorando.
En hematomas y cardenales.
En varices y venas que duelen.
En el deporte, antes, durante y después del esfuerzo.
En el pre y post-operatorio, en este caso es muy importante conocer las diluciones que se han de tomar. Arnica montana es un protector vascular. Arnica montana limita los riesgos de la hemorragia y acelera la reabsorción de los edemas y equimosis. Se aconseja tomar ocho días antes y ocho días después de la intervención quirúrgica. Arnica montana está contraindicada antes de una extracción dental.
Signos característicos de Arnica montana
Impresión de que la cama está demasiado dura.
Arnica montana se siente mejor cuando está acostado con la cabeza baja. Empeora con el contacto.
Cuando está enfermo, no lo quiere demostrar a los demás y prefiere estar sólo.
En el botiquín de nuestra casa podemos tener Arnica montana 9ch y 15ch.
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