AUTOESTIMA

martes, 27 de agosto de 2013

El renacer del Fenix


“Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte.”
François de la Rochefoucauld
El Ave Fénix es un ave mitológica del tamaño de un águila, con el plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Según algunos mitos, vivía en una región que comprendía la zona del Oriente Medio y la India, llegando hasta Egipto, en el norte de África. Se trataba de un fabuloso pájaro de fuego que moría y volvía a renacer de sus propias cenizas.
Como el Fénix, durante las vacaciones de verano es una buena ocasión para renacer y reinventarnos a nosotros mismos. Agotados por la carga de trabajo y el stress, durante el descanso estival es un momento perfecto para recargar las baterías y resurgir como el ave de fuego. Descartes decía que para alcanzar la verdad es preciso una vez en la vida despojarse de todas las opiniones recibidas y reconstruir de nuevo todo el sistema de nuestros conocimientos. Sin llegar el extremo que plantea el filósofo francés es bueno aprovechar el descanso para desconectar y reflexionar, además de que podemos continuar entrenando determinadas habilidades de una forma lúdica y relajada.
Para ello se proponen una serie de pautas que nos permitan disfrutar de estos días y llegar rebosantes de energía a la vuelta del verano:
  • Desconecta: Apaga el teléfono móvil y olvídate por unos días de los proyectos de la empresa, de esta manera estamos trabajando la delegación de tareas y demostrando confianza en los miembros de nuestro equipo. De igual manera aléjate de cualquier conexión a Internet existente en la zona.
  • Observa. La curiosidad y la observación son fundamentales para mejorar nuestra capacidad de análisis y desarrollar el talento creativo. Mira como funcionan otros negocios, como se comporta su personal, recoge ideas en tus visitas turísticas, fíjate en los pequeños detalles y descubre más cosas de las que se ven a primera vista…
  • Reflexiona: Haz una valoración de tus fortalezas y debilidades. Realiza un balance de los últimos meses y piensa tanto en los logros conseguidos como en los errores cometidos, principalmente para no volver a caer en los segundos. Es importante conocer que aspectos debemos mejorar para ponernos en marcha a la vuelta.
  • Lee: Aprovecha tu tiempo libre para disfrutar de la lectura y ampliar tus conocimientos sobre temas variados que te interesen. La lectura de ficción relaja y desarrolla la imaginación, leer ensayos y obras de investigación mejoran nuestra capacitación.
  • Ejercita tu cuerpo: El ejercicio físico relaja y libera adrenalina permitiendo trabajar a la mente de forma más efectiva. Disfruta de los paseos por la montaña o la playa, de unos minutos de natación o de otros de deportes. Es perfecto para despojarnos del stress acumulado.
  • Ejercita tu mente: Determinados juegos y pasatiempos permiten que nuestra mente se entrene, de esta forma mantenemos en forma nuestras capacidades intelectuales. Jugando al ajedrez, al trivial o realizando crucigramas mejoramos el pensamiento estratégico, nuestra cultura general o la capacidad de comunicación.
  • Confianza en ti mismo: Fortalece tu autoestima durante estos días. Recuerda que lo único que se necesita para cambiar es tomar la decisión de hacerlo y que los buenos hábitos, una vez establecidos se instalan en el subconsciente.
  • Imagina: Es un buen momento para dejar volar la imaginación y visualizar nuevos retos. Pensar con tranquilidad donde nos gustaría estar o que nos agradaría hacer en un futuro. No olvides que imaginarlo es el primer paso para realizarlo.
  • Relájate: Pero lo más importante de todo, relájate y disfruta de tus vacaciones. Cambia durante unos días despachos, reuniones y proyectos por arena, aire o albahaca. Las vacaciones son un medio excelente para superar la ansiedad y dejar atrás tensiones estresantes.
“Cada 500 años el Fénix regresaba a la ciudad sagrada de Heliópolis donde creaba una hoguera de incienso en la que se consumía entre las llamas. De las cenizas incandescentes surgía un gusano que con el calor se convertía en un nuevo y majestuoso pájaro de fuego. El Ave Fénix que con elegancia y seguridad remontaba su vuelo hacia un novedoso futuro que le esperaba con impaciencia…”

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