Sulphur es el gran remedio de limpieza de la Medicina
Homeopática. Es un remedio de acción centrífuga, es decir que tiene tendencia a
expulsar los transtornos hacia el exterior, de los órganos más internos hacia la
piel, donde puede provocar picor, quemazón y calor.
No está de más recordar aquí que las sustancias
azufradas tienen una acción descongestiva y desintoxicante importante a todos
los niveles. Así la N-acetilcisteína es un eficaz mucolítico que se utiliza
también en el tratamiento de la intoxicación por paracetamol, un fármaco
potencialmente hepatotóxico.
Descongestivos
y desintoxicantes
Del mismo modo los aminoácidos azufrados metionina y
cisteína son utilizados por naturópatas y nutricionistas como descongestivos y
desintoxicantes hepáticos cuando hay una sobrecarga de éste órgano por
cualquier motivo: insuficiencia, tratamientos farmacológicos múltiples,
alcoholismo, intoxicaciones y excesos alimentarios, infecciones…
Otra gran utilidad del azufre se da en la dermatología
dónde champúes, lociones y cremas azufradas se utilizan para el tratamiento de
psoriasis, dermatitis seborreica, caspa, etc. El Sulfur (azufre) homeopático
mantiene todas estas propiedades y puede ser de gran utilidad en el tratamiento
de todas las patologías citadas… y de muchas otras pues es un gran policresto
(remedio con muchas indicaciones) de la Homeopatía.
Por
la mañana muy fatigado
La persona susceptible de ser tratada con Sulfur suele
tener una inercia y relajación de las fibras musculares y los tejidos, una
disminución generalizada del tono y la vitalidad. Se levanta por la mañana muy
fatigado casi no se tiene en pie, con vértigos al agacharse. A veces a primera
hora tiene que levantarse por una diarrea urgente.
Tiene la piel como sucia, con frecuentes problemas de
piel. La piel y el cabello están secos muchas veces. Tiene una gran aversión al
agua y a lavarse. Sus problemas empeoran estando en pie y por el calor. Los
orificios del organismo están enrojecidos. Los labios y la cara rojos, con
sofocos de calor.
Hacia las once de la mañana tiene un vacío en el
estómago, como un desfallecimiento y un ataque de hambre. El café y el alcohol
le sientan mal. Tiene mucha sed y en general bebe mucho y come poco. Después de
comer presenta gases con eructos y el abdomen hinchado y caliente. Puede tener
estreñimiento con picor anal (se parece algo a Nux Vomica).
Un
gran hablador
Es un gran hablador, domina muchos temas y tiene grandes
ideas para arreglar todos los problemas, filosóficos incluso. Con cierta
tendencia a discutir, algo pendenciero, pero calla a la mínima que le plantan
cara. Presenta una migraña periódica, semanal, mensual o con otra frecuencia,
que cursa con enrojecimiento de los ojos y de otras partes del cuerpo (labios,
orejas, punta de la lengua), ardores y picores.
Por la noche tiene accesos de estornudos y tos, con
deseo de estar al aire libre o con las ventanas abiertas. Ya en la cama,
durmiendo, le viene un ardor intenso en los pies con deseo de tenerlos
destapados. El calor de la cama suele provocarle ardores y picores.
Sulfur
– un gran remedio
Sulfur es el gran remedio de lo que en Homeopatía se denomina
diatesis psórica o modo reaccional psórico. Esta diátesis, la “psora” engloba
aquellas enfermedades que aparecen periódicamente, que vienen y van, con
episodios de agravación o crisis (psoriasis, eccemas, alergias, asma, migrañas,
hemorroides, varices…), por contraposicion al modo reaccional sicótico o
“sicosis”, que engloba las enfermedades que una vez instauradas se cronifican y
se van agravando insidiosamente, de manera lenta y progresiva (cáncer,
tuberculosis, sífilis, gonorrea…).
Es un concepto antiguo pero todavía de cierta utilidad,
sobre todo a nivel de estudio. Es por ello que Sulfur se asocia y tiene
utilidad en muchos procesos patológicos de tipo alérgico e inmunológico, tanto
de la piel como del árbol respiratorio. No es ocioso recordar que piel y pulmón
proceden ambos del ectodermo del embrión, cosa que puede ayudar a explicar el
hecho de que alergia y asma sean manifestaciones diferentes, en cuanto a nivel
de interiorización y gravedad (piel –
pulmón), de una misma enfermedad causada por un alergeno.
Despejar
el terreno
Muchos homeópatas utilizan Sulfur para “despejar el
terreno”. Como gran desintoxicante y drenante que es, Sulfur limpia el
organismo de la sintomatología más superficial o secundaria para dejar a la
vista los principales síntomas de la enfermedad, que a veces quedan más
ocultos. Sulfur también sirve para estimular la capacidad de reacción del
organismo cuando un remedio homeopático clásico, que parece bien indicado, no
funciona. También puede ser utilizado al final de cualquier enfermedad aguda,
como estimulante de la regeneración y recuperación del organismo.
Por otro lado Sulfur, comparte con otros productos
medicinales azufrados, su gran capacidad de drenaje y desintoxicación, tanto
del hígado como de la piel y de las vías respiratorias altas y bajas.
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