AUTOESTIMA

lunes, 8 de abril de 2013

LYCOPODIUM





Las propiedades terapéuticas del helecho Lycopodium sólo aparecen cuando sus esporas son trituradas y dinamizadas homeopáticamente.
La persona que suele necesitar Lycopodium como remedio tiene una característica principal en su anatomía: la prominente barriga. Consecuencia de años de mal funcionamiento digestivo, renal y metabólico – normalmente asociado a una alimentación inadecuada-, el “enfermo Lycopodium” ha ido evolucionando hacia una constitución linfática.
Continua malnutrición
Está hinchado, atónico, con unas piernas muy delgadas respecto de su gran abdomen, debido todo ello a la continua malnutrición. La piel del individuo Lycopodium, que normalmente suele ser hombre, está de color grisáceo, envejecida, a veces con manchas amarillas.
Se intuye una intoxicación y un mal funcionamiento del hígado, y generalmente también del riñón. Es un proceso crónico, progresivo y que se retroalimenta en el tiempo: el mal estado de su metabolismo y su malestar general le llevan a comer desequilibrado, instaurándose hábitos inadecuados que perpetúan la intoxicación.
Inteligente y capacitada
Son personas por lo general con una gran actividad mental e intelectual pero débiles muscularmente. Hipersensibles a los dolores y el ruido. Sus molestias vienen y van con gran rapidez. El individuo Lycopodium es un gran miedoso, tiene miedo de estar solo.
A ello se una una gran falta de confianza en sí mismo que le lleva continuamente a postergar las iniciativas, y así, por miedo al fracaso es incapaz de empezar nada. Pero como en realidad Lycopodium suele ser una persona inteligente y capacitada todo esto le conlleva una gran insatisfacción y frustración.
Miedo al fracaso
De puertas afuera intenta dar una imagen de seguridad, de persona sociable, entendida y brillante. Pero en realidad está lleno de miedo al fracaso, a no dar la talla y quedar en evidencia ante los demás.
El miedo a no soportar la situación y caer abatido por el estrés causa a Lycopodium gran ansiedad, debilidad de memoria, pensamientos confusos y puede acabar confundiendo palabras al hablar y escribir o incluso a no poder leer lo que ha escrito.
Es un punto aprensivo e hipocondríaco. Le cuesta soportar a la gente nueva. Habla con vehemencia, tiene cierta tendencia al enfado y en ocasiones puede mostrase incluso colérico. Tiene una gran intolerancia a la contradicción. Sacude la cabeza sin causa aparente. Suele tener calvicie y pelo gris prematuro.
No toleran las bebidas frías

En la mesa suele estar hambriento, come con apresuramiento y empieza a encontarse mal antes de levantarse: gases, flatulencias, eructos, acidez. No toleran las bebidas frías, lo quieren todo templado. Después de comer mejoran por aplicación de calor en el abdomen. Barriga aparte, son delgados por la malnutrición, a veces incluso con cierta deshidratación, lo que ocurre es que están llenos de gas.
Lycopodium empeora al atardecer, todos sus síntomas físicos y mentales se agravan. Es su peor momento del día. Su circulación es pobre, las extremidades están frías, les falta calor vital.
Uno de los grandes remedios de la homeopatía
Lycopodium es lo que se denomina un “policresto” (muchas acciones), uno de los grandes remedios de la Homeopatía, con capacidad de actuar sobre prácticamente cualquier sistema del organismo. Su acción preferente es sobre el aparato digestivo y el metabolismo, donde ejerce un profundo papel como desintoxicante hepático.
Elimina la congestión, normaliza el funcionamiento del sistema digestivo y devuelve la vitalidad al organismo. No hace falta tener todo el conjunto de síntomas del remedio para beneficiarnos de su toma: en muchos momentos de la vida compartiremos los síntomas de Lycopodium y nos servirá para el alivio de nuestros problemas de salud.

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