Las
propiedades terapéuticas del helecho Lycopodium sólo aparecen cuando sus
esporas son trituradas y dinamizadas homeopáticamente.
La
persona que suele necesitar Lycopodium como remedio tiene una característica
principal en su anatomía: la prominente barriga. Consecuencia de años de mal
funcionamiento digestivo, renal y metabólico – normalmente asociado a una
alimentación inadecuada-, el “enfermo Lycopodium” ha ido evolucionando hacia
una constitución linfática.
Continua malnutrición
Está
hinchado, atónico, con unas piernas muy delgadas respecto de su gran abdomen,
debido todo ello a la continua malnutrición. La piel del individuo Lycopodium,
que normalmente suele ser hombre, está de color grisáceo, envejecida, a veces
con manchas amarillas.
Se
intuye una intoxicación y un mal funcionamiento del hígado, y generalmente
también del riñón. Es un proceso crónico, progresivo y que se retroalimenta en
el tiempo: el mal estado de su metabolismo y su malestar general le llevan a
comer desequilibrado, instaurándose hábitos inadecuados que perpetúan la
intoxicación.
Inteligente y capacitada
Son
personas por lo general con una gran actividad mental e intelectual pero
débiles muscularmente. Hipersensibles a los dolores y el ruido. Sus molestias
vienen y van con gran rapidez. El individuo Lycopodium es un gran miedoso,
tiene miedo de estar solo.
A
ello se una una gran falta de confianza en sí mismo que le lleva continuamente
a postergar las iniciativas, y así, por miedo al fracaso es incapaz de empezar
nada. Pero como en realidad Lycopodium suele ser una persona inteligente y
capacitada todo esto le conlleva una gran insatisfacción y frustración.
Miedo al fracaso
De
puertas afuera intenta dar una imagen de seguridad, de persona sociable,
entendida y brillante. Pero en realidad está lleno de miedo al fracaso, a no
dar la talla y quedar en evidencia ante los demás.
El
miedo a no soportar la situación y caer abatido por el estrés causa a
Lycopodium gran ansiedad, debilidad de memoria, pensamientos confusos y puede
acabar confundiendo palabras al hablar y escribir o incluso a no poder leer lo
que ha escrito.
Es
un punto aprensivo e hipocondríaco. Le cuesta soportar a la gente nueva. Habla
con vehemencia, tiene cierta tendencia al enfado y en ocasiones puede mostrase
incluso colérico. Tiene una gran intolerancia a la contradicción. Sacude la
cabeza sin causa aparente. Suele tener calvicie y pelo gris prematuro.
No toleran las bebidas frías
En
la mesa suele estar hambriento, come con apresuramiento y empieza a encontarse
mal antes de levantarse: gases, flatulencias, eructos, acidez. No toleran las
bebidas frías, lo quieren todo templado. Después de comer mejoran por
aplicación de calor en el abdomen. Barriga aparte, son delgados por la
malnutrición, a veces incluso con cierta deshidratación, lo que ocurre es que
están llenos de gas.
Lycopodium
empeora al atardecer, todos sus síntomas físicos y mentales se agravan. Es su
peor momento del día. Su circulación es pobre, las extremidades están frías,
les falta calor vital.
Uno de los grandes remedios de la
homeopatía
Lycopodium
es lo que se denomina un “policresto” (muchas acciones), uno de los grandes
remedios de la Homeopatía, con capacidad de actuar sobre prácticamente
cualquier sistema del organismo. Su acción preferente es sobre el aparato
digestivo y el metabolismo, donde ejerce un profundo papel como desintoxicante
hepático.
Elimina
la congestión, normaliza el funcionamiento del sistema digestivo y devuelve la
vitalidad al organismo. No hace falta tener todo el conjunto de síntomas del
remedio para beneficiarnos de su toma: en muchos momentos de la vida
compartiremos los síntomas de Lycopodium y nos servirá para el alivio de
nuestros problemas de salud.
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