AUTOESTIMA

viernes, 3 de mayo de 2013

NO TE AMARGUES LA VIDA






¿Has convertido alguna vez los sucesos cotidianos y/o triviales en insoportables y desorbitados?
En gran porcentaje, somos nosotros los que nos amargamos la vida a causa de nuestro diálogo interior.
¿Pero sabemos que es el diálogo interior?
El ser humano no sólo se relaciona con los demás, sino también consigo mismo: mantenemos una conversación contínua con nuestra interioridad. Es un "diálogo" que se produce de forma espontánea, ocasionado por las diversas vivencias o reflexiones personales.
Ese diálogo interior puede ser infértil o fructuoso, destructivo o constructivo, obsesivo o tranquilo dependiendo de cómo planteemos nuestros pensamientos. Como ya he comentado en otras ocasiones, nos convertimos en aquello en lo que pensamos con intensidad.
Pasamos un 46,9% (más o menos) de nuestras horas de vigilia pensando en cosas distintas a las que estamos haciendo. Dedicamos mucho tiempo a pensar en situaciones que acontecieron en el pasado, que podrían suceder en el futuro, o incluso imaginando sucesos que nunca ocurrirán. Esta forma de "divagación mental" produce, sentimientos de infelicidad, según revela un estudio realizado por la Universidad de Harvard y publicado en la revista Science.

“No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos sobre lo que nos sucede”. Epiteto incluido en “El arte de no amargarse la vida” de Rafael Santandreu

Amargarse la vida parece que es muy fácil. Yo lo he hecho, mejor dicho, yo lo he permitido muchas veces. Entonces…¿convertimos más frecuentemente lo cotidiano en insoportable y lo trivial en desmesurado?
Rafael Santandreu (Psicólogo clínico) expone que los seres humanos tenemos unas 20.000 pequeñas adversidades a lo largo de nuestra vida. Dato que hay que tener en cuenta para no amargarnos, porque aunque seamos eficientes y/o responsables, no podemos evitar que sucedan (muchísimas de ellas simplemente nos sobrevienen sin poder preverlas). El cómo reaccionemos frente a dichas adversidades (según cual sea nuestra actitud) es lo que marca la diferencia, ya que según Santandreu, hay que aceptar la realidad, o nos iremos convirtiendo en personas cargadas de rabia, resentimiento, amargados porque las cosas no son como deseamos.
“Si hay un pensamiento catastrofista, seguro que la emoción como reacción será de la misma índole”.
Esta forma de pensar (de manera catastrófica) Santandreu la denomina enfermedad “terribilitis”: tortura mental que nos autoproporcionamos y surge de “creencias irracionales”, falsas, exageradas, inútiles, que no ayudan a resolver el problema y producen malestar emocional.
Para no amargarnos la vida debemos hacer un juicio concreto de lo que está aconteciendo. Debemos Tomar Conciencia, y para ello debemos otorgarnos dedicación (para pensar), tener paciencia, ser perseverantes para cambiar la forma en que reaccionamos ante la aparición de “malos momentos”, y para ello debemos trabajar nuestras creencias detectándolas diariamente, restándolas importancia y formulando otras creencias sensatas y alegres, y optimistas.

“Debemos ser creadores de nuestra felicidad y dejar de construir la desdicha”. Rafael Santandreu

Decálogo para ser francamente infeliz:
Leyendo el libro del psicoterapeuta austríaco Paul Watzlawick, “El Arte de Amargarse la Vida” he extraído un Decálogo para ser Francamente INFELIZ, que solemos realizar más a menudo de lo aunque imaginamos:
1. Echa de menos. Aférrate al pasado de manera que no tengas tiempo de ocuparte del presente. Recréate en las situaciones negativas que te acontecieron sin extraer nada positivo de ellas. No tiene importancia plantar en el presente (para plantar hay que vivir en el AQUÍ Y AHORA). No importa lo maravilloso que puede ser el presente o lo prometedor del futuro; el pasado es lo que debe contar.
2. Se fiel a ti mismo sin tener en cuenta nada más. Convéncete de que solo hay una opinión correcta: la tuya. Tu tienes la razón y siempre la tendrás. Preocúpate por todo lo que te sucede, incluso por lo que no es importante. Recréate en ello.
“No hay más que una sola opinión correcta: la propia y no hay más que una sola posible, permitida, lógica solución” Watzlawick
3. Haz pronósticos y/o profetiza un hecho que temas. Sigue así hasta que se cumpla tu profecía. Haz las cábalas más descabelladas. Dale vueltas una y otra vez a lo malo que han generado tus pensamientos.
4. Se impaciente. Fíjate una meta y ponte nervioso y estresado por alcanzarla. No disfrutes del camino. Agóbiate, desespérate y quéjate mucho. Y si llegas a alcanzarla en dicho estado emocional (puede haber sido por pura “suerte”) márcate otra meta y otra, y otra, y así sucesivamente.
5. Se una víctima. Convéncete de que eres una víctima de las circunstancias, y que “Todo te pasa a ti” “ Que no puedes…”. Lo que te haya podido causar Dios, y/o el mundo, y/o el destino, y/o la naturaleza, y/o la genética, y/o la sociedad, y/o tus padres, familia, amigos…, todo es tan malo y grabe, que no tiene solución.
6. Se receloso. Rechaza o elude toda situación que te parezca peligrosa, y/o te de miedo. ¿Para qué intentar si tienes miedo?
7. No te muevas. Asegúrate de que, por mucho que cambien las circunstancias a tu alrededor, es mejor "lo malo conocido que lo bueno por conocer". Quédate como estas.
8. Se egoísta en extremo. ¿Para que pensar en los demás? ¿Para qué tenerlos en cuenta? Se interesado. Muévete por tu propio interés.
9. Se inconformista. Frústrate continuamente. Para ello, lo mejor es que te quejes y protestes mucho. No disfrutes de nada, ni con nada, ni con nadie.
10. Derrotismo. Asume que todo está perdido y por tanto no merece la pena hacer nada. “Ahora ya es demasiado tarde”.

"Hemos olvidado que nuestra meta es vivir, y que vivir lo hacemos cada día y en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestras verdaderas metas si vivimos....Los días son frutos y nuestro papel es comerlos".  Jean Giono

"La vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes".  John Lennon

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