AUTOESTIMA

martes, 4 de junio de 2013

Si es fin de semana, comemos más y peor


Normalmente, el éxito del fast food se ha asociado a jornadas laborales que difícilmente permiten al trabajador regresar a casa para comer. Sin embargo, un estudio reciente nos acaba de dejar sin excusas.
La falta de tiempo, horarios demasiado estrictos, las prisas, las obligaciones familiares… Son muchos los motivos que nos hacen decantarnos por establecimientos de comida rápida en lugar de preparar nuestros menús en casa. En cualquier caso, es cierto que entre semana es difícil encontrar tiempo para preparar guisos a fuego lento como los de nuestras abuelas. Ahora bien: ¿qué ocurre cuando estos pretextos no sirven: por ejemplo, durante el fin de semana?
Incluso es posible, si estás a dieta, que hayas notado que pierdes menos peso cuando el sábado y el domingo están por el medio. Tranquilo/a: te confirmamos que no son alucinaciones tuyas. Así lo asegura un estudio reciente de la Escuela Médica de la Universidad de Washington, que afirma que comemos más cantidad de alimentos los fines de semana que durante los días laborables. Y si a esto le sumamos la tendencia a reducir el ejercicio físico los sábados y los domingos, es fácil deducir por qué perdemos menos peso cuando no vamos a trabajar.
Sin embargo, los malos hábitos del fin de semana no sólo afectan a la cantidad de alimentos que consumimos, sino también a la composición de nuestra dieta. Sin ir más lejos, según una investigación publicada hace poco por la revista Appetite, 2 de cada 3 adultos españoles sólo comen fruta a la hora del almuerzo y en la cena de lunes a viernes. Con la llegada del fin de semana, este hábito suele caer en saco roto. Y para más inri, otra publicación, Journal of Public Policy & Marketing, recoge que consumimos alimentos más calóricos y ricos en grasas desde la noche del viernes y hasta el domingo.

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